Había una vez un hombre pequeño. Tenía muy mala leche porque todo el mundo lo miraba con desprecio.
Una vez, mirándose en un escaparate, se vió en el fondo de sus ojos. Se conmovió, porque sintió el amor tan grande que tenía adentro.
Le costó aprender a renunciar al mal humor.
Después, no vió más miradas despectivas, porque creció tanto que siempre era más alto que cualquiera con quien se cruzaba.
Hola guapa!, pasaba a saludarte y desearte un buen inicio de semana! >.<
ResponderEliminarBs!
Gracias bonita!!!!
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